lunes, 4 de mayo de 2015

Y qué... yo tengo

Y qué si las flores rojas ya no penetran por mi ventana entreabierta,
y qué si el canto delicado de palabras armoniosas y cariñosas
ya no son cantadas por los pajarillos desde mi ventana,
y qué si el sol no pareciera volver,
y qué si esta noche se hace infinitamente larga.
Tengo las luces de la ciudad iluminándome
como maravillosas luciérnagas alumbrándome y alegrándome,
tengo la brisa nocturna acariciándome,
tengo horas de soledad inigualables,
tengo la espera del amanecer de mi propio sol elevándose por las montañas
hasta surcar el cielo e iluminar mi ser,
tengo en los días de invierno la lluvia mojando mis cabellos,
refrescando mis labios casi secos.
Tengo mi mirada puesta en el firmamento,
tengo mis palabras como cristales brillantes,
tengo las estrellas y la luna sonriéndome,
tengo mis vestidos girando y girando mientras doy vueltas y vueltas,
en medio de mi jardín de juventud.
Porque soy como aquellos grandes árboles en otoño, verdes que de a poco mueren,
mueren pero rejuvenecen, cambian muy de a poco como el imperceptible movimiento de la tierra,
de verde a amarillo, de amarillo a café... luego sus hojas caen son arrastradas por el viento dando vueltas, danzando y aquellos árboles vuelven a brotar sin nunca jamás rendirse, viven, mueren y reviven.
Soy como aquellos árboles que rejuvenecen y que son felices viviendo su interminable ciclo vital.

2 comentarios:

  1. Precioso. Es de esos textos capaces de transportar a quien lo lee a la escena descrita, sintiéndolo con intensidad. Un saludo.

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  2. Gracias ! Qué bueno que te guste :) me agrada poder saber que piensan los demás acerca de lo que escribo, gracias por el comentario, saludos !

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